Ocho buzos y un robot submarino se suman a la búsqueda de Guadalupe Lucero

A 40 días de la desaparición de Guadalupe Lucero y sin ningún rastro de la pequeña de 5 años, un grupo de ocho buzos de salvamento de las Fuerzas Armadas acompañados con un robot submarino se sumó a la búsqueda. La nena fue vista por última vez el 14 de junio cuando jugaba en la puerta de la casa de su tía.

Los militares que llegaron anoche a la provincia de San Luis comenzaron a trabajar junto a efectivos de la policía y de los Bomberos en distintos espejos de agua, con la ayuda de un vehículo remoto submarino.

El teniente de navío Federico Maximiliano Sturba, líder del grupo, dijo a la prensa que «la misión prioritaria es colaborar todo lo que sea necesario con un vehículo remoto submarino de búsqueda y localización que puede revisar puntos de interés de acceso complicado, con lo que reducimos el riesgo humano».
Sturba, que pertenece a la base de Puerto Belgrano de la provincia de Buenos Aires añadió que «la utilización del robot submarino permitirá acelerar la búsqueda que se viene haciendo en los diques y espejos de agua, y se podrán acercar a puntos riesgosos como los murallones, dejando al elemento humano para otras tareas más específicas»

En tanto, el vocero policial Lucas Chacón informó que las tareas de búsqueda estarán centradas en esta jornada en diques y espejos de agua, al igual que en distintos barrios de la capital puntana, pero se negó a dar precisiones por pedido del juez Ariel Parrillis, quien interviene en la causa que sigue caratulada como «averiguación de paradero».

Guadalupe fue vista por última vez el 14 de junio y desde entonces sus familiares realizaron varias marchas pidiendo su aparición con vida. Pero no hay una pista firme en la investigación.

En todo este tiempo se realizaron rastrillajes no sólo en San Luis, también en Río Negro, Mendoza y hasta en Misiones. Se recorrieron 600 puntos de la geografía puntana y se revisaron nueve diques con perros y buzos. La búsqueda -sin rumbo- no dio resultados.

Durante estos 40 días se habló de una organización criminal de trata de personas, algunas medidas de prueba fueron enviadas a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, que colaboró con la justicia ordinaria en el marco del programa Alerta Sofía, que se activó en todo el país, para nacionalizar la búsqueda de Guadalupe.

El juez Penal Nº 2, Ariel Parrillis, incorporó a la investigación a los fiscales Virginia Palacios Gonella y Esteban Roche​ para colaborar con la causa. Repasaron el expediente, entrevistaron nuevamente a todos los testigos, ordenaron medidas de prueba pero ninguna tuvo resultados concretos. La investigación parece no tener rumbo.

​También analizaron vínculos con el narcomenudeo y hasta se investigó a la familia de la nena para intentar hallar alguna pista que permitiera dar con su paradero. Se revisó casa por casa el barrio 544 viviendas, donde la vieron por última vez.

Fuente: https://www.clarin.com/

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