La confitería Roca fortalece la identidad y el sentido de pertenencia

La Legislatura fueguina declaró de interés provincial y cultural al edificio y confitería Roca de Río Grande. La iniciativa, que fue aprobada en la primera sesión parlamentaria y de autoría del bloque FORJA, sostiene que forma parte de la “memoria colectiva como símbolo de identidad y de sentido de pertenencia” de las y los fueguinos. El Roca, como se lo llama familiarmente en la Ciudad norte, fue inaugurado por la familia Fernández como cine en 1945 y en 1969 anexó la confitería.

Entre los fundamentos de la propuesta que resultó aprobada por unanimidad de las y los Legisladores, recuerdan que fue en “1945 cuando se inauguró allí uno de los primeros cines de la ciudad. Posteriormente en 1969 se inauguró el sector de la confitería que hoy se conserva”, señalan en los fundamentos de la iniciativa.

El Roca, todo un emblema para la incipiente Río Grande, se encuentra Espora 643 y recuerdan que “el cine contaba con un pequeño bar, allí se vendían caramelos y las bebidas, el lomito -de doña Adela- y el café”. Como dato curioso rememoran que “el helado se traía de Río Gallegos en LADE y Aerolíneas, porque acá no se fabricaban”.

“La historia del cine ha dejado muchos recuerdos, encuentros, sobre todo de parejas, muchas se habrían conocido ahí formando una familia”. Entre las cintas que se proyectaban “hubo películas taquilleras como El Golpe, se estrenó La Patagonia Rebelde que fue un éxito porque tocaba de cerca a la población residente de la época. El cine fue fundado por Juan Antonio Fernández y su esposa María Jesús Apablaza.

“Aquí toda la familia Fernández trabajaba en las distintas áreas: en la venta de entradas, en la disposición de los espectadores, como operadores y en el bar del lugar. En sus inicios la sala del cine era versátil, no solo se utilizaba para proyectar películas, sino también se realizaban bailes con orquestas provenientes de Buenos Aires y festivales de boxeo. AI no tener butacas, las sillas se podían cambiar de lugar y realizar otros eventos. Cuando la película que se iba a proyectar era taquillera, entonces el público asiduo traía su propia silla y buscaba el mejor ángulo para disfrutar de una buena película. La sala no tenía calefacción, se debía encender un sistema a leña unas horas antes de comenzar la proyección del filme. El sistema utilizado consistía en encender el fuego en tachos de ocho lados denominados ‘octogonales’”

Frente al avance de la industria audiovisual y la irrupción del videocassette, a principios de la década del 90, el cine cerró sus puertas debido al cambio tecnológico.

En 2016 el Concejo Deliberante de Río Grande declaró, mediante la ordenanza Nº 3532, de interés patrimonial a ese edificio que, aun hoy cuenta en sus paredes la historia de un pueblo arraigado pese al viento magallánico, a las esperanzas y sueños de una población cada vez más numerosa.

“La Confitería y Cine Roca han sido un punto de encuentro y referencia para la comunidad riograndense desde su fundación, constituyéndose en un espacio emblemático de la vida social y cultural de la ciudad, siendo un símbolo de identidad para los habitantes de Río Grande y un referente para las generaciones pasadas, presentes y futuras”.

Finalmente, es dable indicar que preservar y promover el patrimonio cultural y arquitectónico de la Provincia de Tierra del Fuego es una responsabilidad compartida entre el Estado y la comunidad que contribuye a fortalecer la identidad y el sentido de pertenencia de sus habitantes”

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