La lectura permite abrir puertas hacia lo desconocido, genera viajes hacia lugares inimaginables, y el silencio en el que se zambulle el lector incita a encuentros con seres e historias que adquieren un realismo particular. En estos tiempos, donde la virtualidad ocupa cada vez más espacios, el Parlamento se propuso visibilizar el devenir social, cultural, y la labor educativa que representa la biblioteca popular “Eduardo Schmidt hijo” en el desarrollo de Río Grande, en rigor, la institución fue declarada de interés provincial al cumplir, el pasado 8 de abril, 70 años.
La iniciativa, fue propuesta por la presidenta del bloque del Partido Verde, María Laura Colazo, quien contó que la biblioteca, ubicada en San Martín 438, nació a través de una donación efectuada por Eduardo Schmidt y su esposa Isabel.
Los acontecimientos, indican que los Schmidt compartieron muebles, útiles, diferentes objetos y estanterías que le pertenecieron a su difunto hijo, elementos que aún perduran en la Biblioteca Popular. Luego de dejar su hogar, -espacio que con los años sería visitado por varias generaciones de vecinos riograndenses-, partieron a Europa.
Prensa Legislativa, dialogó con el presidente de la destacada institución, Tomas Hipólito Cruz, quien cuenta con orgullo, que lleva tres mandatos en su haber. Explica que se puede asistir de lunes a viernes de 9 a 19 horas y es posible utilizar sus diferentes salones. También hay un espacio reservado para la reparación de libros y otro destinado a la administración.
Cabe destacar que en la actualidad son mas de tres mil los socios, pero ciento cincuenta los lectores activos, “es muy concurrida por adultos mayores, quienes solicitan libros a préstamo. Luego también se atiende a los alumnos de primaria. Y en el salón auxiliar se reúnen algunos escritores” narró Cruz. Además, el espacio se comparte también, con profesores de matemáticas, inglés, literatura, quienes dictan sus clases en la histórica institución riograndense.
Respecto al festejo de las siete décadas, su Presidente, relató que asistieron autoridades, escritores, hombres y mujeres que pasaron en algún momento de su vida, por la biblioteca: “aquí se armaron varias empresas, que surgieron de las reuniones que se gestaron en la sede de la biblioteca”, concluyó Hipólito Cruz.