En la misma se anunció la distribución de más de 7 millones libros de texto para más de 3 millones de estudiantes de nivel primario de todo el país.
Desde el Ministerio de Educación de la Nación, se llevó adelante la última reunión del año del Consejo Federal de Educación, presidido por el titular de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, donde la ministra de Educación de la provincia de Tierra del Fuego, Analia Cubino, estuvo presente junto a ministros de las demás jurisdicciones del país.
En dicha reunión se comunicó oficialmente la puesta en marcha de “Libros para aprender”, un programa de alcance federal que tiene por objetivo fortalecer el vínculo pedagógico de niñas y niños con los libros, para lo que se distribuirán textos para las asignaturas de Matemática, Prácticas del Lenguaje y una publicación de áreas integradas de acuerdo a la selección hecha por cada jurisdicción. La iniciativa alcanzará a 18.849 escuelas primarias públicas de gestión estatal, privadas de cuota cero y privadas de oferta única. Además, contempla la entrega de libros para las y los docentes.
Destacando la importancia de los libros como una herramienta fundamental para el aprendizaje, Perczyk, señaló que “en el contexto de crisis que estamos atravesando, la única manera de salir es con más inversión en educación. Los libros de texto ayudan a organizar el proceso de enseñanza y aprendizaje y permiten jerarquizar y profundizar el trabajo con ciertos contenidos. Por eso, estamos lanzando este programa como una forma de federalizar las políticas educativas y garantizar el derecho a una educación de calidad de niñas, niños y jóvenes de todo el país”.
Cada estudiante recibirá de forma individual el material para que pueda llevarlo de la escuela a su casa y viceversa. De este modo, se optimiza el tiempo de trabajo en el aula y permite la continuidad del trabajo pedagógico en los hogares, facilitando a las familias el acompañamiento de las y los estudiantes en las diferentes trayectorias educativas, respetando tiempos y estilos.
La selección de libros fue realizada a través de dos instancias: la Comisión Asesora Nacional (CAN), conformada por especialistas de las 24 jurisdicciones, realizó la recomendación de los títulos y la Comisión Asesora Provincial (CAP), conformada en cada jurisdicción, seleccionó una serie de títulos entre los recomendados.
Esta política de distribución de libros con modalidad uno a uno ayuda a sostener a 1.200 trabajadores en relación de dependencia y 1.300 colaboradores profesionales contratados al año en la industria editorial.